Terminamos de desayunar y nos montamos en la moto y pongo en el GPS Kristiansund y allí nos dirigimos, pues me apetece pasar por Atlantic Road. Saliendo de Trondheim el GPS nos manda por carreteras comarcales con paisajes espectaculares, voy disfrutando como un enano, y así transcurren los primeros 60 Kms, hasta que en el GPS nos indica que tenemos que coger un ferry.
Es el segundo que pillamos y éste nos cuesta 9,71 E. Dura unos 10 minutos y es necesario para poder llegar a Kristiansund. Al bajar me entra la duda, no sé si tirar para Molde o hacia Kristiansund. Me entra la duda del nombre del pueblo donde empieza la escalera de los trolls, menos mal que llamo a mi hermano Iván y me lo soluciona.
Pregunto cómo llegar a la Atlantic Road y me indican que hay que pagar un túnel de peaje, lo pagamos y vamos en su busca. Para llegar a la Atlantic Road tenemos que recorrer unos 30 Km, el paisaje es espectacular. Pero yo estaba tan ofuscado con la Atlantic Road que no disfruté esos KMs, sin embargo el día está siendo de 10. Llego al cartel que indica la Atlantic Road y preparamos la cámara de vídeo y de foto para inmortalizarla. Y allí que vamos la carretera es guapísima con un tobogán muy chulo, pero cuando estaba en mi sala "coño se acabó la Atlantic Road", me decepcionó un poco todo el mundo hablaba maravillas, pero bueno el día está siendo de 10.
Siguiente objetivo, hacer la escalera de los trolls. Continuamos dirección Molde y después dirección Andalsnes. El GPS me lleva por carreteras sin asfaltar que yo disfrutaría con mi KTM, pero es que voy muy cargado y a Vanessa no le gusta mucho.Continuamos durante unos 60 Kms hasta el punto donde hay que coger otro ferry, éste nos cuesta unos 8 euros y nos lleva a unos 30 Km antes de Andalsnes. Esos 30 Kms son brutales disfrutamos un montón y veo mi primer gran fiordo, la verdad es que impresionan, en el ferry me he encontrado a una pareja de italianos, muy majos, que viajan también en BMV y todos los días acampan. Nunca he visto una moto tan cargada. Llegamos a Andalsnes y pregunto qué carretera coger. Me mandan dirección Dombás y a los pocos Kms veo las indicaciones de la escalera de los trolls y de Geiranger.
Me preparo para grabar la subida, la grabo en cuatro partes para poder parar y hacer fotos. Me hago mi primera foto con un troll y compro algún souvenirs. La subida es espectacular y las fotos son de impresión. Las curvas son muy bestias, me ha encantado, aunque me quedo con la subida del Stelvio. Arriba hacemos unas fotos desde los miradores y aprovecho para grabar en video. No nos entretenemos mucho pues tenemos que llegar todavía a Geiranger. Cogemos otro ferry, éste nos lleva unos 30 KMs antes de Geiranger. Hasta llegar a ese ferry una bajada de unos 40 Kms por algunos de los sitios más bonitos que he visto nunca, ¡cómo me gusta Noruega! qué pena que sea tan cara.
Al bajarnos del ferry hacemos alguna compra en un supermercado, qué dificil es comprar agua son gas. Llegamos al mirador de Geiranger y la verdad es que el fiordo impresiona. Después de las fotos de rigor nos damos una vuelta por el pueblo y cuando queremos darnos cuenta son las 8 de la tarde y ya no hay nadie por la calle.Tenemos que llegar a Hornindal que es el sitio más asequible que he podido coger para dormir.
Pero cómo nos cuesta llegar una hora y media para hacer 50 Kms y es que tenemos que pasr por algunos puertos de montaña en los que parece que están en el fin del mundo pues no hay nada a tu alrededor. Cuando llegamos a Hornindal ni rastro del sitio reservado, después de cansarme de dar vueltas, no encuentro a nadie a quien preguntar, todo estaba cerrado. Decido preguntar en una casa y tras las indicaciones a unos 5 Kms del pueblo, entre varias casas veo la indicación. Cuando llego sale el hombre muy preocupado y le pido disculpas por llegar tan tarde, pues eras las 22.00. Nos indica nuestra habitación y me desea buenas noches. Cuando llegamos a la habitación aquello era la habitación del pueblo de la casa de "Cuéntame". Una habitación muy antigua y en no muy buenas condiciones, nada que ver con lo que me habían vendido, pero bueno han sido 13 maravillosas horas en moto, en las que he disfrutado, así que aún un poco cabreado duermo feliz, y como diría mi primo Sergio " Un sueño cumplido".
Fernando Fernández
Cantábro.
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